jueves, 30 de agosto de 2012

CÓMPLICE



C Ó M P L I C E 

Gracias amada mía,
Gracias por hacerme tan feliz
Por que al escuchar esa dulce voz,
Cuándo sin pensar me dijo papá!
Que felicidad sentí,
Al ver hecho mis sueños realidad. 
Gracias por velar sus dulces sueños,
Por cuidar de él con tanto amor,
Que felicidad sentí,
Al verlo dar sus primeros pasos
Extendía sus brazos y corría junto a mí.

Gracias amada mía porque junto a ti,
He pasado los días más felices de mi vida,
Compartiendo su llanto y alegría,
Jugar con mi hijo, cuando me llama papá!
Que dicha tan grade es la mía, 
Han pasado ya tantos años
Nada de esto puedo olvidar
¡Hay de mí, cuanto dolor padezco!
Las ganas que tengo de llorar,
¡Porque nada de esto fue cierto!
Nunca mis sueños llegue a realizar.
Fui cobarde un día y cómplice a la vez
Me convertí en un asesino,
De quien podría darme hoy la felicidad,
De mi propio hijo señores,
Que no dejé a este mundo llegar. 
Pido a Dios que me perdone
Y dé consuelo a mi triste soledad,
A mi hijo le arrebate la vida
Para que no invadiera mi privacidad,
Que “Dios me perdone”
Porque  yo, yo no puedo olvidar,
que fui tu cómplice... tú con tus arrebatos
de una chiquilla  malcriada,
yo por consentirte tanto
y creer que de mi estabas enamorada.

 Maricela G. Cerón 

Maricela G. Cerón

No hay comentarios:

Publicar un comentario